Directoras, educadoras de párvulos y técnicos en educación inicial de jardines Integra, VTF y públicos con sello intercultural, provenientes de distintos puntos de la Araucanía se reunieron en el Rotary Club de Carahue. Ahí pudieron asistir al primer módulo del Plan de Capacitación del Programa Educación Intercultural ofrecido por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), en este caso orientado a la enseñanza de la cultura mapuche a estudiantes de edades tempranas.

Docentes, directivos y funcionarios de jardines de Temuco, Labranza, Chol Chol, y por supuesto de las cinco comunas del Servicio Local Costa Araucanía, llegaron hasta la ciudad de los tres pisos para participar de esta primera sesión, titulada “Contextualización histórica, transversalidad y aporte de la educación intercultural mapuche”, y que contó con la pedagoga Ingrid Maripil como expositora.

Serán en total tres módulos que se dictarán en Carahue, los cuales finalizarán en septiembre y se enfocan a la formación en la cosmovisión mapuche de los niños y niñas que cursan estudios en jardines infantiles, utilizando recursos atractivos y teniendo en cuenta su contexto e intereses.

Por ejemplo, durante más de un siglo, el mapudungún permaneció fuera de las aulas y su uso se limitó a entornos familiares, informales y comunitarios de las zonas rurales. Hace unas décadas se incorporó al sistema educativo formal, y hoy su rescate y transmisión forma parte de los objetivos de la Nueva Educación Pública en los servicios locales instalados en zonas con un porcentaje considerable de estudiantes con origen mapuche.

Ingrid Maripil, perteneciente a la parcialidad pehuenche, es educadora tradicional e intercultural, nacida en Kañikú, un lof ubicado en el Alto Bío Bío. Actualmente vive en Mawidanche, comuna de Cañete, y se dedica a compartir su conocimiento sobre las tradiciones mapuche participando de capacitaciones como la realizada en Carahue.

La educadora reflexiona: “Que ya se hable de educación intercultural significa que se reconoce que hay dos conocimientos que tienen que conversar. El trabajo en el aula debe ser desde las dos miradas, incorporando el kimün (conocimiento) mapuche”, plantea.

Respecto a la manera de incorporar la sabiduría ancestral al currículum formativo, Maripil señala que “Se debe tener en cuenta la edad de los niños. No podemos enseñarles entregando solo contenidos aislados y de manera teórica. El conocimiento mapuche es integral, es sistémico y holístico”.

Además, la educadora hace hincapié en considerar la diversidad que existe dentro de la cultura mapuche -determinada por cada territorio y la historia y origen de cada parcialidad-a la hora de impartir educación intercultural.   “Hay que incorporar el saber local, hay que enseñarle a los chicos lo que es ser lafkenche, qué es el Lafkén, el modo de vida, las costumbres”, señala.